El orgasmo femenino

ANORGASMIA FEMENINA: EL ANHELADO ORGASMO

Quizás seas una de esas mujeres que nunca han tenido un orgasmo o que no están seguras de si aquello que sintieron en una ocasión fue un orgasmo.  Quizás seas una de esas mujeres que tuvieron orgasmos pero actualmente no. Quizás seas la pareja de una de esas mujeres.  Y puede que este hecho no impida que disfrutes de tu sexualidad y te sientas bien de esta forma.  Pero también puede que no sentir orgasmos, o que no los sienta tu pareja, te frustre, menoscabe tu autoestima e, incluso,  conlleve evitación o aversión hacia todo lo relacionado con el sexo.  Si es este tu caso, te diré que ánimo, que no te des por vencid@ y que no todo está perdido.  Déjame que te explique.

El orgasmo es la respuesta neurovegetativa que el organismo produce a los estímulos generados por la fase de excitación de la repuesta sexual humana.  Las reacciones orgásmicas se desencadenan a partir de las influencias recibidas a través de los nervios sensoriales, concretamente de las fibras táctiles y de presión que se reparten por toda la superficie del cuerpo; especialmente en las zonas denominadas erógenas.  El cerebro, como en todo el tema sexual también interviene; en concreto una zona denominada septum.

Las causas que pueden inhibir el orgasmo son:

  • Causas físicas (cualquier alteración funcional u orgánica que interfiera con alguno de los múltiples mecanismos implicados en la respuesta orgásmica).
  • Causas psíquicas (conflictos psíquicos producidos por desarrollos inadecuados de la personalidad, traumas infantiles, estilos de apego incorrectos, etc.).
  • Causas sociales como el desconocimiento de la respuesta sexual o la influencia de prejuicios sociales.
  • Hipercontrol y contención de la respuesta sexual como mecanismo de defensa frente a la angustia. La angustia es el factor común presente en todas las causas de tipo psicológico.
  • Conflictos de pareja.

Como contrapartida, son condiciones necesarias para que se dé el orgasmo:

  1. Un adecuado estado de salud.
  2. Relajación. Necesaria para que se produzca el proceso de excitación, así como para alcanzar los niveles máximos de la misma que puedan desencadenar el orgasmo.
  3. Clave erótica. Supone concentrarse en las propias sensaciones y abandonarse a ellas.
  4. Proceso de excitación previo utilizando las técnicas adecuadas y usando los cinco sentidos.
  5. Egoísmo sexual. Este supone responsabilizarnos de nuestro propio orgasmo y no dejarlo en manos de otros, concentrarnos en nuestras propias sensaciones, ser activos y saber pedirle al otro lo que a uno le gusta, jugando alternativamente los papeles de sujeto-objeto.
  6. Abandonarse a las sensaciones. Si no te abandonas, la sensación orgásmica no se da.  Hay que dejarse llevar, no controlar ni resistirse, abandonarse y dar rienda suelta al placer.

Otro aspecto que suele preocupar a algunas mujeres es la imposibilidad de alcanzar orgasmos durante el coito o no sentir el llamado orgasmo vaginal.  En este sentido referiré que,  como ya demostraron los maestros Master y Johnson, la respuesta orgásmica surge siempre del mismo centro neurovegetativo sacrolumbar y que lo que pueden ser diferentes son las fuentes de estimulación o excitación que pueden provenir del clítoris, de la vagina, de cualquier otra zona erógena o, incluso, ser producido por la simple estimulación de las fantasías sexuales.  Datos recientes sugieren que la estimulación del clítoris es muy importante y crucial en la producción del orgasmo; mientras que la estimulación vaginal (aunque placentera) probablemente contribuye en escasa medida a desencadenar el reflejo del orgasmo en la mayoría de las mujeres.En cualquiera de los casos, no olvidemos que la sexualidad es una conducta y que el orgasmo, como parte de ella, puede ser objeto de entrenamiento y aprendizaje.  Son diversos los tratamientos a seguir en función del diagnóstico y de la evaluación del caso; siendo el conocimiento y exploración del propio cuerpo, la potenciación erotofílica, la erotización y capacitación orgásmica,  componentes fundamentales de gran parte de ellos. Además, como afirma Kaplan: “A menos que se den enfermedades físicas o mentales graves, o se interponga un conflicto conyugal insuperable, todas las mujeres son capaces de tener orgasmos.  Apenas hemos encontrado una mujer que no sea capaz de aprender cómo conseguir el climax”.   Intentarlo, en tus manos está y,  el logro bien merece el intento, ¿No crees?